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EXPRESIONES CULINARIAS
“Qué aproveche”, “Buen provecho” o “Buen apetito” son expresiones de cortesía de nuestro entorno social más próximo, muy habitual en muchas culturas y tradiciones. Hasta hace pocos años no estaban totalmente bien aceptadas, pero, hoy en día, dada la actualización a los tiempos y a las personas, y debido a la gran cantidad de gente que lo pronuncia como muestra de amabilidad se admiten en ambientes familiares o de amistades, y en aquellas situaciones donde los presentes mantengan una relación estrecha.
En almuerzos de trabajo, reuniones oficiales o comidas solemnes no es recomendable su uso, pero todo dependerá de la gente y del ambiente formal o informal en que nos encontremos.
La expresión tiene su origen en los provechos, eructos espontáneos o provocados que los lactantes emitían al terminar de mamar. Es una práctica admitida totalmente en los bebés pero no en los adultos, ya que se considera una de las peores conductas que en Occidente pueden observarse en la mesa.
El eructo también tiene historia en algunos países de Oriente. En estos la “mala” educación es levantarse de la mesa sin haber eructado, ya que significa que la comida no ha sido provechosa. Normalmente, el chino no sólo eructa y emite todo tipo de gases donde sea que se encuentre, sino que come con la boca abierta y deja entrever la comida entre los dientes y la lengua. Mostrar la comida mientras se mastica, es una demostración de que ahora hay cosas para comer, y que antes no había.
El "buen provecho" no hubiera llegado a España si entre los años 711 y 1492 los árabes no la hubieran invadido, imponiéndole sus costumbres, entre ellas el eructo y unas 4.000 palabras. Este acto fue suprimido por los Reyes Católicos.
Es frecuente encontrarnos con escenas de este tipo; un comensal, por ejemplo, entra en el comedor de un restaurante y a medida que avanza dirige su mirada a los comensales de otras mesas a las que se aproxima ofreciendo un amable “buen provecho”. Estos, se ven obligados a dejar de comer o masticar rápidamente para contestar con un cordial “gracias”. Aunque, según mi punto de vista, en situaciones así, sería más sencillo y adecuado, ofrecer un “buenas tardes” dirigido a todos los comensales y sin espera de respuesta para no obligarles a detener su comida.
Máster protocolo Internacional
1 comentario:
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