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El objetivo de este blog de Protocolo y organización de eventos, es compartir los temas que surgen en nuestro foro Área de Postgrado de Protocolo, Ceremonial y Wedding Planner.
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Nùria Pereira Martínez
Directora. Instituto Europeo Campus Stellae

ERRORES A EVITAR EN UNA ENTREVISTA CON LA PRENSA

Instituto Europeo Campus Stellae 
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Asesoramiento : 0034 + 981 522788 

ERRORES A EVITAR EN UNA ENTREVISTA

Por muchas veces que hayamos concedido entrevistas a la prensa no por ello debemos dejar de prepararnos como si fuera la primera vez. Lo primero que hay que hacer es preguntarse si soy la persona adecuada para conceder una entrevista. Existen dos motivos para aceptar; que tengamos algo que contar y que queramos contarlo (o aprovechar la ocasión para colar nuestro mensaje: “Yo he venido aquí a hablar de mi libro”).


Lo siguiente es establecer las “reglas” de la entrevista. Primero nos informaremos de para qué medio es, quién es el periodista, qué enfoque se le pretende dar, a quién más se va a entrevistar, etc. Y aunque nunca (o casi nunca) nos dirán las preguntas concretas, siempre podremos limitar los temas de los que vamos a hablar. Si el periodista se sale de lo acordado, una forma muy sencilla de “cargarse” una entrevista es respondiendo con monosílabos.
Antes de empezar a hablar hay que tomar aire y pensar por unos segundos lo que vamos a decir. Podemos tomarnos todo el tiempo que queramos. En la televisión o en la radio el tiempo es oro, así que ya se preocuparán al montar la noticia de recortar esas pausas.
Durante la entrevista debemos evitar las distracciones, tanto nuestras como a nuestro alrededor. Tener especial cuidado con el fondo cuando es para la televisión. Ojo con los “canibales” (acciones ajenas a la entrevista a nuestra espalda que distraerán la atención de los espectadores de lo que decimos) y en lo posible elegir un fondo neutro, que no condicione nuestro mensaje (sin banderas, pancartas, pintadas, etc.)
Mucho cuidado con las pausas. A veces el periodista mantiene el micrófono pegado a nuestra boca y se queda callado esperando que sigamos hablando de un tema que nosostros ya dabamos por zanjado. Cuanto más hablemos, más riesgo habrá de que metamos la pata.
Otro detalle importante es que debemos asumir que los micrófonos SIEMPRE están esncendidos. Ojo con los comentarios que hacemos, porque hay innumerables ejemplos de imprudencias de este tipo.
Cualquier pregunta que no entendamos debemos pedir que nos la aclaren. Es mejor admitir que no hemos entendido algo que avergonzarnos después.
Cada vez que una pregunta incluya el condicional “si”, nos debe sonar una alarma. Debemos evitar especular o caer en divagaciones y obligar al periodista a definir bien la pregunta. Aunque si somos inteligentes, este tipo de preguntas son ideales para enlazarlas con el mensaje que queramos”vender”.
Otra alarma debe sonar en las preguntas que incluyan información que desconocemos. Ni siquiera sabemos si es cierto lo que nos dicen, por lo que deberíamos evitar emitir juicios de opinión. Debemos admitir que desconocemos los detalles y no responder.
Otra posibilidad son las preguntas que intentan forzarnos entre dos opciones, del tipo “¿Es mejor la pena de muerte o que los criminales campen a sus anchas?” No debemos vernos obligados a aceptar una de ellas o caeremos en la trampa.
Si se nos plantea una pregunta múltiple, lo mejor es pedir al periodista que vaya por partes e ir respondiendo en orden.
Hay que tener muchísimo cuidado al utilizar el humos en nuestras respuestas. No siempre va a entenderse como nosotros queramos y podemos poner en nuestra contra a parte de la audiencia. Es mejor no hacerse el simpático y que parezcamos “graciosillos”. Y si debemos criticar a alguien, mejor empezar criticándose a sí mismo.
En el caso de interrupciones, que no se respeten las reglas previamente establecidas o que el periodista se comporte de forma grosera, siempre podemos dar por terminada la entrevista, pero de forma educada y sin caer en la provocación.

Por:
Fernando Olalde Altamira
Máster en Protocolo Diplomático

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