Área Protocolo, Ceremonial, Heráldica y Eventos
Instituto Europeo Campus Stellae
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Rueda de prensa
Una rueda de prensa es el acto informativo que organiza una entidad donde se convoca a los medios de comunicación para que posteriormente informen a la sociedad del tema tratado. Puede ser convocada por instituciones, partidos políticos, sindicatos, grupos empresariales, movimientos sociales, entidades organizativas o promotoras de distintas actividades que deseen dar a conocer a la opinión pública algún asunto.
Con una rueda de prensa se pretende, a corto plazo, satisfacer el objetivo de dar a conocer una comunicación de interés concerniente a la entidad y ligada a la actualidad informativa, pero también se persigue, a largo plazo, ir construyendo una determinada imagen pública de la organización.
Antes de dar una rueda de prensa debemos invitar a los medios, enviando un comunicado con la siguiente información:
Quién da la rueda de prensa.
Para qué se da la rueda de prensa (objetivo de la misma).
Lugar (aportando los mayores datos posibles), fecha y hora del acto.
En determinados casos se adjunta carta o tarjeta de respuesta, para confirmar las asistencias.
Debemos hacer unos cuantos preparativos antes del acto:
Capacidad de la sala. Hay que calcular el número de personas que van a acudir.
Redactar los comunicados y resto de información escrita (dossier) a repartir.
Cuidar la decoración, sobre todo si van cámaras de televisión y fotógrafos.
Ofrecer un vino español o similar a los asistentes.
Comprobar el resto de los detalles: megafonía, servicios, carteles identificadores en la mesa presidencial, control de acreditaciones, etc.
Convocar una rueda de prensa supone desplazar a muchos periodistas y cámaras hasta el lugar donde se celebra. Las mejores horas para ello, son a partir del mediodía hasta la hora de comer, y por la tarde, a partir de media tarde. Hay que tener en cuenta la importancia y objetivo de la rueda de prensa, ya que si la convocamos muy tarde, puede que no salga en los medios al día siguiente. Posteriormente, es conveniente hacer un seguimiento en los medios de la repercusión de la información aportada.
Ya en la rueda de prensa, hay que ofrecer un mensaje claro y directo. Cumplir el objetivo para el que fue organizada dicha rueda de prensa y establezca unos turnos de preguntas para que los periodistas amplíen la información que desean cubrir. La idea central debe ser original, y el comunicador debe estar convencido de que ese titular encierra la esencia de su mensaje. Para ello, tendrá que señalarlo con cierta solemnidad y ser reiterado a lo largo de la comparecencia. Los periodistas pueden hacer preguntas dirigidas hacia otra dirección, pero el comunicador político tiene que tener muy claro que no debe salirse del guión previamente concebido. Ahí radica el éxito de la rueda de prensa.
Fases de una rueda de prensa
Conceptualización inicial. Antes de la convocatoria de la comparecencia ante los medios informativos, la organización define la posición que se quiere comunicar.
Traducción del concepto en palabras. Se eligen determinadas expresiones que deben transmitir con precisión el concepto inicialmente definido. El comunicador elabora un mensaje claro con una argumentación lógica que lo sustenta. Es la fase donde se diseña la comunicación en toda su complejidad, y en la que debe quedar clara la idea central y los argumentos sobre los que se apoya.
Transmisión del mensaje. Es la rueda de prensa propiamente dicha. El momento en el que el orador comunica al periodista de forma clara y sencilla el mensaje elaborado.
Recepción por parte del medio. El mensaje transmitido lo recibe un periodista que se convierte en un receptor que asume el papel de emisor posterior. Aunque la emisión sea correcta, si la recepción no se produce de forma adecuada, la comunicación se habrá frustrado. Es posible que lo percibido no coincida con lo emitido, y esto siempre depende del comunicador.
Reelaboración del mensaje. Aquí se produce el proceso decisivo de una rueda de prensa. Es el momento en el que el periodista interpreta lo comunicado y transcribe al papel las ideas principales que le llegarán al ciudadano. El profesional de la información traduce las palabras oídas en la comparecencia y selecciona las partes más destacables.
Recepción final. Se produce una nueva interpretación del mensaje. Una comunicación correctamente elaborada debe percibirla el receptor final tal y como fue diseñada. Si no es así, la responsabilidad no debe buscarse en el medio informativo. Es el comunicador quien posiblemente no construyó adecuadamente su discurso.