La Princesa de Asturias Doña Letizia en la Boda Real de los Duques de Cambridge

Nuria Pereira Martínez
Directora
Área Protocolo, Ceremonial, Heráldica y Eventos
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Doña Letizia en la Boda Real

La princesa de Asturias se codea en su categoría con las 'royals' Bate Middleton, Rania de Jordania, Tatiana de Grecia y la princesa Amira de Arabia Saudí entre otras.

Sus mejores armas pasan por sus trajes de falda y vestidos de silueta lápiz en ricos tonos joya acompañados de los ya famosos “peep-toes” con plataforma.
Pero el look de la Princesa siempre se encuentra en el ojo del huracán y no es extraño que despierte encendidos debates sobre el estilo y elegancia de sus conjuntos.

De hecho en estas últimas semanas, muchas han sido las especulaciones relativas a la vestimenta que presentaría en la Boda del heredero inglés. Y efectivamente, hace unos días Doña Letizia sorprendió con los dos modelos que eligió para el Enlace Real. No se atrevió a romper la regia sobriedad británica, volviendo a apostar por uno de sus diseñadores fetiches y dejando a muchos con las ganas de ver unos looks más arriesgados.

De corto, así lo exige el protocolo, en las bodas reales de día, las señoras deben ir de corto: las faldas por encima del tobillo y por debajo de las rodillas. El protocolo indica también que las invitadas deben llevar la cabeza cubierta.

Doña Letizia finalmente optó por un traje muy en su línea, entallado y por la rodilla, marcando su figura y con unas mangas vaporosas que le confieren un punto de elegancia; un vestido en muselina plisada rosa terracota, con bordados imperio en hilo al tono que hacía un guiño a los años 20. La Princesa optó por los ya famosos peep toes en raso de Magrit del mismo tono que el vestido, guantes de ante y bolso de boquilla fruncido. Además acompañó este conjunto con un sombrero también en rosa, inspirado en los bombines de principio de siglo, con el ala delantera doblada hacia arriba, un pequeño velo de tul y detalles de plumas en la parte trasera. El maquillaje que lució, muy natural y discreto con un poco de color rosáceo en los labios y el pelo suelto con las puntas finamente marcadas.

El día anterior al enlace, tuvo lugar una cena de gala en honor al Príncipe Guillermo y su entonces futura esposa, y en esa ocasión Letizia lució un traje con el que dejó boquiabiertos no sólo a algunos asistentes, y con el que se convirtió en la más elegante de todas las asistentes del evento.

Recordaba a las grandes actrices de Hollywood, con un vestido de vuelo con aire años 50 realizado en muselina y tul gris perla, con escote en forma de corazón, bordado con flores en tonos uva, rosa talco, ceniza y violeta.

El conjunto se completaba con unas sandalias en raso violeta de Magrit, un foulard para combatir el frío londinense y un pochette (bolso pequeño) en raso lavanda oscuro. El cabello con un favorecedor recogido que dejaba el flequillo a un lado y el maquillaje muy natural como es costumbre en la Princesa.

Como conclusión, tanto en el enlace como en la cena previa, Doña Letizia cumplió completamente con el protocolo sin dejar de ser fiel a su estilo, un estilo muy marcado por la elegancia y sobriedad sin dejar de lado la naturalidad de la Princesa.