Nuria Pereira Martínez
Directora
Área Protocolo, Ceremonial, Heráldica y Eventos
Instituto Europeo Campus Stellae
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Decorar
una mesa
La directora del Instituto
Europeo Campus Stellae, Nuria Pereira, y José Sixto conversan esta
semana sobre la decoración de las mesas y su Protocolo.
Para conseguir equilibrio los
elementos decorativos deben tener la misma forma que las mesas en las
que se instalan: mesas redondas con ornamentos redondeados y mesas
cuadradas o rectangulares, elementos cuadrados o rectangulares. El
espacio dedicado a la decoración sobre la mesa no debe superar el 15
o el 20% de la superficie total del tablero.
¿Qué
es lo mas importante que debemos tener en cuenta a la hora de montar
una mesa?.
Sin
duda el aspecto fundamental es el contacto visual entre los
comensales. Por ello la decoración nunca debe suponer un
impedimento para la comunicación entre las personas. Un centro bajo
no debe superar los 35 centímetros, permitiendo así ver al resto de
los comensales, y si optamos por un centro de pie alto este debe
dejar libre el campo de visión entre los 35 cm hasta los 75 cm.
Dejando la franja de 40 cm libre para el contacto visual.
¿Hay
algún límite a la hora de decorar una mesa?
Sí
el limite es siempre que las proporciones de los elementos que usamos
para decorar la mesa, respete la teoría de los “vasos
comunicantes”, esto quiere decir que todo esté diseñado dentro de
la armonía y que ningún elemento destaque sobre otro. Aquí juegan
elementos básicos como: el color, la luz, los aromas, los sonidos y
las texturas.
El
protocolo en la mesa prohíbe de forma clara que las velas o las
flores sean perfumadas, porque eso impide disfrutar de los aromas de
los manjares especialmente de los vinos. Así acudir a una comida
con un perfume intenso es una falta de saber estar.
Suele
fallar también el abuso de la música mientras dura la comida.
Recordar que el objetivo de reunirse en torno a la mesa no solo es
alimentar el cuerpo sino también el espíritu con una buena
conversación. La música por o tanto debe inducir a la conversación
y al encuentro mutuo. Los instrumentos de percusión y viento están
prohibidos. En el protocolo diplomático se escogen siempre piezas
con instrumentos de cuerda. Cuya frecuencia de onda favorece el ritmo
de la digestión y de la conversación.
Esta
es una disciplina que nuestros antepasados como en el antiguo Egipto,
Roma o Grecia dominaban con sutileza.
¿Y
las velas, Nuria?
Si
hay elementos decorativos con luz, esta debe adaptarse a la hora
solar en la que se celebre. No es lo mismo iluminar un almuerzo al
mediodía que una cena. En una cena se imponen las velas o las
lamparas sobre la mesa, que crean un ambiente intimo. Las velas por
ejemplo no deben encenderse hasta que los comensales estén sentados
a la mesa, salvo que esta sea la única iluminación de la sala. Y
deben ser sin olor y en el protocolo diplomático serán de color
natural, salvo las típicas rojas en Navidad. La decoración debe ser
sencilla y no debemos optar nunca por recargar una mesa. Ante la
duda, es mejor quedarnos cortos.
¿Qué
nos recomiendas: con flores o sin flores?
Flores
o motivos vegetales siempre. Pero recordado lo dicho anteriormente es
importante que no tengan olor, que interfieran con la comida. Y
deben ir coordinadas con la vajilla, la cristalería, la cubertería,
y la mantelería.
En
resumen la discreción y la elegancia son la mejor apuesta para
lograr el éxito en la preparación de cualquier evento en torno a la
mesa.
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